¡Hola otra vez! Estoy aquí de nuevo para contarte la tenebrosa historia de como muté de empleada a emprendedora, se me desfiguró la cara y me salió un tercer brazo. Hahaha NO.

Esta es la tercera parte de una serie de posts “de presentación”. En la primera parte te confesaba cómo he pasado del “no sé qué hacer con mi vida” a emprender un proyecto online.

En la segunda parte te contaba qué va a pasar con las agencias y empresas tradicionales en este nuevo paradigma laboral (ya te lo adelanto, que se van a ir la mierda).

Y en este tercer episodio (ni que fuera esto la Guerra de las Galaxias) vengo a responder de una forma muy campechana, una pregunta que me han hecho amigos, familiares y conocidos a tutiplén.

Por cierto, ¿sabías que la palabra tutiplén está en la RAE? Yo es que me acabo de enterar y me he quedado tal que así:

Bueno, que me desvío del tema.

Como te iba diciendo, la gente me ha estado preguntando últimamente lo siguiente:

  • ¿Cómo se pasa de ser empleada a ser emprendedora?
  • ¿Todo el mundo debería emprender?
  • ¿El emprendedor nace o se hace?
  • ¿Cómo lo he hecho yo?

Para responder a todas estas preguntas, primero tengo que retomar el relato por donde lo dejé en el anterior post.

Te contaba que después de dos años trabajando en una agencia de marketing decidí abandonar el puesto para montar un negocio yo sola, con más miedo que vergüenza, pero con una ilusión que rebosaba por todos los poros de mi piel.

Pues bien, a los 15 días de notificar mi decisión en el despacho de Dirección, salía por la puerta de la agencia saboreando el rico gusto de la libertad, tal que así:

Haaahahahah Yuhuuuuu Wiiiiii Jurjurjur

Yo abandonando la agencia:

 

3 horas después:

Em… pero …. y ¿ahora qué?

Bueno, pues atención porque os voy a contar cómo evolucioné al siguiente nivel, cómo fue mi lento pero seguro proceso de mutación, como pasé… CHAN CHAN CHAAAAN ¡De empleada a emprendedora!


Este proceso de transformación no empezó el día que salí por la puerta de la agencia, sino que llevaba gestándose mucho tiempo. Dejar el trabajo fue solo una consecuencia inevitable de todo lo que os voy a contar ahora mismo.

De empleada a emprendedora ¿El emprendedor nace o se hace?

Sinceramente, yo no sé si el emprendedor nace o se hace. En mi caso, lo cierto que la gente que me conoce siempre me ha dicho “a ti te pega tener tu propio negocio». ¿Será que de tanto decírmelo me han condicionado y la profecía se ha cumplido? Pues nunca lo sabré.

Lo que sí pienso, es que hoy en día parece que todo el mundo tiene que emprender para ser libre. Y no.

Hay personas emprendedoras la mar de desgraciadas porque su negocio se los ha comido y trabajadores por cuenta ajena que tienen un equilibrio estupendo en su vida y que además trabajan en empresas maravillosas.

La clave, como todo, es hacer lo que A TI te salga del piticli, lo que te haga feliz, lo que te produzca ilusión cuando abres el ojo por la mañana. Ni más ni menos. He dicho.

Que emprender esté de moda, no significa que todo el mundo deba emprender. Mutar de empleada a emprendedora no es un MUST para ser feliz.

Que emprender esté de moda, no significa que todo el mundo deba emprender.

 

¿Cuándo sabes que ya estás preparada para emprender?

En mi caso lo supe porque la otra opción ya no me parecía una opción. Vamos, que no quería vivir así ni un día más. Además, no dejaba de repetirme “¿Qué es lo peor que puede pasar?” “¿que tenga que pedir ayuda a mi familia?” “¿que tenga que volver a trabajar en una empresa tradicional?” Pues ya ves tú. Todos los motivos que encontraba no me parecían suficientes para no intentarlo.

Otro síntoma de que estaba preparada, era que sentía que estaba dispuesta con creces a asumir los riesgos que conlleva emprender: inseguridad, lidiar con la temible cuota de autónomos, esfuerzo constante y aprendizaje diario, momentos difíciles…

En definitiva, estaba preparada a full para salir de mi….. venga, un chupito para el que adivine la palabra mágica que voy a decir ahora. Si la digo, ¡chupito! Venga que es muy fácil, ¡los emprendedores la decimos una media de 15.459 veces al día!

¡Acertaste! Estaba preparada para salir de mi…

¡ZONA DE CONFORT!

Preparándome para emprender: Paso a Paso

Otros bloggers que seguía me habían despertado el gusanillo emprendedor con sus posts supermotivadores y su lifestyle de ensueño. Llevaba tiempo con esa semilla dentro que me estaba pidiendo a gritos ser regada (chica, qué profunda te pones) y mi instinto me hizo empezar a hacer acciones como las que te cuento a continuación.

Ni siquiera era consciente de que día tras día estaba tirando de ese hilo. Simplemente tenía mucha ilusión y fe ciega en que todo lo que estaba haciendo me llevaría a buen puerto.

No obstante, también me marqué unos pequeños pasos a seguir. Una mínima estrategia era necesaria para no tirarme a la piscina sin flotador, ni agua, ni piscina…

Estos pasos fueron los que marcaron la diferencia.

Paso 1. Leer y aprender

En 2015 pasé de leer libros y blogs sobre Marketing Digital a leer libros y blogs sobre emprendimiento, crecimiento personal, libertad financiera, productividad consciente, el nuevo paradigma laboral en la era digital, etc.

Empecé a seguir a nómadas digitales que vivían de su pasión y ya habían conseguido hacer crecer su negocio y algunos incluso habían alcanzado ya la libertad financiera. Prestaba mucha atención a lo que decían y hacían, y todo ello me inspiraba increíblemente.

¡Aprender! ¡aprender! y ¡aprender! Ni por un momento me recuerdo a mi misma pensando en dinero en este punto.

Paso 2. Empezar a mirar hacia un sitio diferente

Otra acción que empecé a incorporar a mi vida fue la de quitar la atención de las personas herméticas y conformistas y poner el foco en aquellas personas emprendedoras, con retos y que además cumplen sus objetivos.

Descubrí algo maravilloso cuando empecé practicar esto: la mayor parte de las veces no encontramos respuestas porque hacemos las preguntas equivocadas. Como (supuestamente) decía Albert Einstein “la definición de locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”. En este caso, cuando comencé a poner el foco en personas creativas, emprendedoras, libres y tenaces… ¡empezaron a salir como churros justo ante mis ojos!

Seguro que ya habéis leído eso de que eres la media de las 5 personas con las que más tiempo pasas o que siempre debes ser el más tonto de la mesa. Pues empecé a rodearme de esa clase de gente que piensas «de mayor quiero ser así», y me recuerdo así muy a menudo:

El culmen de la ilusión llegó cuando tuve a oportunidad de conocer y charlar en persona con Raquel Roca, autora de uno de mis libros favoritos: Knowmads, los trabajadores del futuro , en unas conferencias en el hospital Vall d´Hebrón.

Paso 3. Antes del despido real, practica el despido interior

Si tienes un trabajo por cuenta ajena y quieres dejarlo para emprender un proyecto propio: prepara a tu cuerpo y tu mente para el cambio. Prepárate para soltar poco a poco lo seguro y conocido para entrar en otra dimensión.

Aquí es donde entra en juego la práctica del despido interior.

El día que anduve con paso firme por el pasillo que llevaba al despacho de Dirección para decir que me iba era 15 de marzo de 2017, pero esa decisión llevaba gestándose ya por lo menos medio año. Al menos un par de meses antes empecé a practicar el despido mental.

¿Cómo se hace?

Es un ejercicio de visualización en el que te despides a ti mismo de ese trabajo en el que ya no deseas estar porque has decidido emprender otro rumbo laboral.

  1. Imagínate a ti mismo diciéndole a tu jefe/a que ya no quieres trabajar allí más.
  2. Haz una lista de las 10 cosas por las que ya no quieres seguir. Escríbela. Esos motivos son tus “porqués” y en el futuro te va a venir bien recordarlos cuando lleguen los momentos de duda (que llegarán).
  3. Planea si vas a querer pedir algo como por ejemplo un despido pactado para poder cobrar paro y ensaya cómo vas a comunicar tu decisión.
  4. Desde el momento que empieces a practicar tu despido mental, no bajes el rendimiento ni trabajes menos. Se supone que estás demostrando que eres responsable y profesional, a los demás y a ti mismo.

Así, cuando llega el despido real, tienes muchas papeletas para que todo vaya como la seda.

Paso 4. Hacer círculos de apoyo nuevos

En este punto, el siguiente paso que di fue empezar a hacer networking en la vida real. Me decidí a no solo mantener relaciones virtuales sino poner cara a las personas, dejarme ver, hablar y hacer lazos más humanos. Fui solamente a dos quedadas de dos bloggers a los que seguía y lo que ha pasado a raíz de ellas no me lo imaginaría ni en un millón de años.

De la primera salieron dos grandes amigos y muchos compañeros de profesión con los que tengo muy buen rollo. De la segunda salió mi primera clienta.

¿Sabes otra cosa que me ayudó muchísimo? ¿Recordáis que llevaba tiempo leyendo y siguiendo a otros emprendedores verdad? Bueno, pues en este punto decidí hacer una lista de personas que ya estaban donde yo quería llegar y les pregunté abiertamente cómo habían llegado hasta allí.

Es impresionante la claridad que te puede aportar una persona que ya recorrió hace años el camino que tu estas empezando a recorrer.

Paso 5. Pasar a la acción y la “estrategia de HACER COSAS”

Pasar día tras día leyendo libros y blog no te lleva a nada si no llega el momento en el que pasas a la acción. Y desgraciadamente muchas personas se quedan en este punto porque sienten que no son suficientes. ¡ERROR!

No hace falta que seas el mejor escritor, el mejor diseñador, la mejor en SEO… si hay alguien ahí fuera a quien puedes aportar algo… ¡ya eres suficiente! Y créeme, somos 7.000 millones de personas en el mundo, por supuesto que hay personas a las que ya puedes ayudar con lo que ya sabes hacer.

¿Cómo pasé a la acción?

Mi compi Alvaro San siempre cuenta que su estrategia cuando empezó a tirar de este hilo del emprendimiento fue HACER COSAS.

Básicamente, hacer muchas cosas y esperar a ver en qué desencadena.

  • Apuntarte a un taller
  • Aplicar para un puesto de asistente virtual de un blogger y a ver qué pasa
  • Escribir posts
  • Hacer videos en vivo
  • Abrir un grupo de Facebook y generar conversación
  • etc.

En definitiva, hacer cosas, muchas cosas, cuantas más mejor… y esperar.

Reconozco que yo también seguí esta loca estrategia en cierta medida. Lo único que recuerdo es que tenía la necesidad imperiosa de hacer de todo: me certifiqué en analytics, fui a la segunda quedada VAM, me apunté a un taller de Adwords, acudí a la primera quedada de Cintia´s Love in Action, Escribía posts en un blog que tenía, me hice tarjetas de presentación aunque todavía no tuviera proyecto…

Iba como pollo sin cabeza por la vida, y no me arrepiento.

No podía parar de hacer…

Sin embargo, he de confesar que esta estrategia de ir a lo loco la combiné con una más pensada que consistía en marcarme un par de objetivos al mes.

Ejemplo:

  • Mes 1: Marcar 3 quedadas/eventos que me interesen en la primera mitad del año
  • Mes 2: Conseguir un primer cliente y ofrecerle una solución a su problema+ testear si ha quedado contento con el resultado
  • Mes 3: Comunicar en la empresa que lo dejo + preparar mis ahorros de emergencia para los siguientes 2 meses
  • Mes 4: Buscar un programador + hacer los textos de la web + sesión de fotos + mientras, apuntarme en freelancer
  • Mes 5: Escribir 2 posts para mi nuevo blog + conseguir 2 nuevos clientes por recomendación + creación de un lead magnet y promoción por redes sociales (lead ads)

Paso 6. Detectando necesidades

Si quieres emprender, tienes que tener tres cosas (y una cuarta★) muy claras.

Un producto o servicio que solucione una necesidad a un grupo de personas. Y que además te apasione.

Recapitulemos:

  1. Producto o servicio
  2. Necesidad a cubrir
  3. Grupo de persona
  4. ★Que te apasione

Esto que parece tan fácil, trae unos dolores de cabeza que no veas.

Tomar el tiempo de desarrollar bien los tres primero puntos es crucial.

Y ahora, hablemos del cuarto punto.

Hay personas que emprenden un negocio porque creen que es “la gallina de los huevos de oro”, pero realmente no les apasiona lo que están vendiendo y ofreciendo. ¿Conocéis algún ejemplo a vuestro alrededor?

Os pongo un par de situaciones:

  • Pepito decide abrir un bar porque está seguro de que se va a forrar. Al fin y al cabo poner un bar en España es prácticamente un negocio seguro. Empieza con ilusión pero al sexto mes se da cuenta de que ser dueño de un bar es un trabajo inmenso. Lidiar con los clientes, proveedores, el préstamo, el alquiler del local, los vecinos que llaman a la policía porque son las 00.00 y hay ruido, la multa por tener una mesa de más en la terraza… No solo no se está forrando mientras descansa en una playa, mojito en mano, sino que este negocio le está costando su vida social, familiar y encima no tiene beneficios económicos sino pérdidas. A los 12 meses, Pepito cierra el bar.

 

  • Juanita decide emprender un negocio online porque lleva tiempo viendo como otras personas viven de la leche gracias a su blog. Deja su trabajo y abre un blog, aunque todo esto de Marketing Online, WP, plugins y SEO se la trae al fresco y además le da pereza. Se compra un curso de esos de “pon tu negocio online a trabajar para ti mientras te haces millonaria tirada a la bartola en Punta Cana”. Abre una web, escribe 2 posts y nadie le da feedback. Su lista de suscriptores no crece. Saca un curso online y no vende un colín. Juanita vuelve a su antiguo trabajo y además cabreada y convencida de que emprender online son los padres (vamos, que es una estafa).

Como emprendedora novata he de decir dos cosas, en mayúscula y en negrita.

EMPRENDE EN ALGO QUE TE APASIONE

PREPÁRATE PARA CURRAR MUCHO

Paso 7. Prepárate para dar el salto y … ¡A VOLAR PAJARILLO!

Varios familiares y amigos han dado por hecho que antes de dar el salto tenía una pedazo de cartera de clientes esperándome. No es cierto: tenía una clienta y nada más.

Habrá quién piense que es demasiado precipitado, que se pueden hacer las cosas con más cabeza, y puede que tengan razón.

Lo único que te puedo decir es que en mi caso la fe era demasiado ciega. Por algún motivo sabía que saldría bien.
Y antes de terminar, quiero decirte que si vas a pasar de empleado a emprendedor, ten en cuenta que tu vida va a cambiar.
Estas son algunas rutinas que quizás poco a poco se empiecen a incorporar a tu vida:

  • Aprender y formarte todos los días
  • Vivir hiperconectada
  • Como eres tu propio jefe, te tendrás que imponer disciplina. De ti depende si te pasas o no llegas.
  • Lidiar con la incertidumbre
  • Lidiar con temas de fiscalidad (cuota de autónomos, IVA, IRPF…)
  • Pasar mucho tiempo a solas con tu ordenador y que tu red de apoyo se multiplique pero siempre esté al otro lado de la pantalla
  • Vida más minimalista y consciente
  • Más interés por el desarrollo personal para controlar el estrés y la autoexigencia
  • Ni tu familia amigos te entienden del todo, así que empiezas a hacer nuevos amig@s que también tengan sus proyectos propios y os apoyáis mutuamente

Como ves, antes de dar un giro a tu vida en el mundo físico, primero se han tenido que dar muchos cambios en tu mundo emocional y mental (que nadie más que tú ve ni conoce).
No he ido sola ni a ciegas por este camino que recién emprendo, desde el principio pedí ayuda, y el resto lo voy aprendiendo a base de ensayo-error.

Y así está bien 🙂

——

Y ahora, ¡THE LIGHT IS ON YOU! Déjame un comentario no te cortes por Diosssss.

¿Eres emprendedor/a y todo esto te recuerda a tu yo del pasado?
¿Quieres mutar de empleada a emprendedora y te ha servido esta hoja de ruta?
¿Hay algo que quieras saber y me quieras preguntar?
Muero por leer vuestros comentarios. Y si no me dejáis ninguno, pues os querré igualmente solo entrar al blog a leer ?